4 sitios que tienes que ver en Zaragoza:
Zaragoza es una de las principales ciudades españolas en cuanto a tradición e importancia histórica. Su denominación fue dada en honor al emperador romano César Augusto en el año 14 a.C., por lo que en la comarca han quedado reflejadas más de dos mil años de historia.
Por ello, contiene multitud de edificios que han sido declarados como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Fundación Unesco que hay que visitar obligatoriamente si está pensando en hacer un viaje por esta maravillosa región.
A continuación describiremos los lugares más importantes a visitar si vas a Zaragoza.
La Basílica del Pilar del Zaragoza
La Basílica del Pilar de Zaragoza es uno de los templos barrocos más importantes de toda España. De hecho, se trata del primer centro dedicado a la Virgen María del cristianismo ya que, según cuenta la tradición, ésta se apareció aún en vida al apóstol Santiago en el año 40 d.C. para entregarle el pilar. La historia arquitectónica de la construcción está datada del siglo IX, época en la que se habla de una iglesia mozárabe ubicada en ese mismo lugar.
La Basílica del Pilar de Zaragoza es una visita obligada para los turistas que llegan a la ciudad del Ebro. Enclavada en la plaza que lleva su nombre, de espaldas al río Ebro, el más caudaloso de España, el Pilar es uno de los centros marianos más importantes del mundo, y aloja en su interior la imagen de la Patrona de la Hispanidad.
Lugar de culto con multitud de misas y celebraciones religiosas, ha traspasado el carácter religioso para convertirse en todo un símbolo de la Zaragoza actual. De hecho, incluso los no creyentes visitan con frecuencia esta magnífica expresión del patrimonio internacional.
Se trata de un incomparable templo barroco que, según la tradición, debe su origen a la mismísima Virgen María y se erige como el primer templo mariano de la Cristiandad. La Basílica del Pilar de Zaragoza se levantó en lugar donde María, cuando todavía vivía en Jerusalén, se apareció milagrosamente a Santiago apóstol, en carne mortal, para colocar el primer pilar del nuevo templo que debía construirse en Zaragoza.
La Basílica del Pilar es una construcción majestuosa de tres naves donde los fieles encuentran un maravilloso lugar de recogimiento y veneración, y los no creyentes impresionantes obras de arte, entre otras del genial pintor aragonés Francisco de Goya.
Venerar la imagen sobrecogedora de la Virgen del Pilar de Zaragoza, cuyo manto es reemplazado diariamente, contemplar la monumentalidad del retablo del altar mayor, recorrer las numerosas capillas -algunas verdaderamente impresionantes, con la de san Juan Bautista, en la que se puede rezar a una emotiva escultura de Cristo crucificado- y disfrutar de la música del órgano o de los cantos corales de los populares infanticos de Zaragoza son experiencias verdaderamente inolvidables.
A la salida del templo, se puede disfrutar en el corazón de Zaragoza echando de comer a las palomas que revolotean por el entorno del Pilar, o dejando corretear a los niños, así como relajarse en las terrazas, bares, restaurantes y cafeterías que rodean la plaza.
Es un punto de encuentro multitudinario, en el cual suelen celebrarse eventos, ferias e incluso conciertos. Cada 12 de octubre, toda Zaragoza se vuelca en una ofrenda de flores a la que acuden cientos de miles de personas, vestidas con ropas tradicionales, para entregar personalmente sus ramos a la Virgen del Pilar.
Para tomar fotografías espectaculares de la Basílica del Pilar de Zaragoza, además de hacerlas en la propia plaza, el mejor lugar es el puente de Piedra, a escasos minutos caminando. La panorámica de la catedral junto al río Ebro es, realmente, fabulosa.
La Catedral del Salvador de Zaragoza
La Catedral del Salvador en su Epifanía de Zaragoza es el otro gran centro arquitectónico y religioso que hay que visitar. Es conocida popularmente como «la Seo» y está edificada sobre la antigua mezquita mayor y el foro romano de Caesaraugusta.
Comenzó a levantarse a comienzos del siglo XII con la pretensión de otorgarle un estilo de tipo románico si bien su construcción, debido a multitud de ampliaciones y reformas, no puede darse por acabada hasta 1704, año en el que se colocó el chapitel barroco de la torre.
La Catedral del Salvador, más conocida por los habitantes de Zaragoza con el sobrenombre de Catedral de la Seo, es una de las dos catedrales de la capital aragonesa. De hecho, Zaragoza es la única ciudad que posee el raro privilegio detener dos catedrales en su haber.
Entre la Catedral de la Seo y la Catedral Basílica del Pilar hay apenas trescientos metros de distancia, dando ese aspecto tan característico a la conocidísima Plaza del Pilar de Zaragoza. Un lugar maravilloso que no se puede perder ningún visitante.
Estructura de la Catedral del Salvador de Zaragoza
Seis espacios coronados por bóvedas de crucería, exactamente a la misma altura, y cinco naves principales dan una imagen singular de una catedral propia de su época.
Su aspecto cuadrangular, sus dos ábsides, una sacristía y la Capilla de San Miguel (llamada también La Parroquieta) albergan bajo sus techos el sepulcro de Lope de Luna, arzobispo de Zaragoza durante el siglo XIV. Toda su estructura principal bajo las naves se sustenta en contrafuertes originarios del gótico tardío, mientras su crucero queda cubierto por un cimborrio de estilo mudéjar.
Ubicación de la Catedral de la SEO
Toda la monumental edificación se erigió sobre el antiguo foro romano de Caesaraugusta(ciudad de la República de Roma), que a su vez había sido ya cubierto por la construcción de la mezquita de Saraugusta, cuando los musulmanes dominaban estas tierras.
El edificio actual de la Catedral del Salvador se comenzó a levantar en el siglo XII con un estilo románico propio de la época, y se consiguió integrarlo perfectamente en la misma mezquita de Aljama. Aún quedan restos del minarete original en la misma estructura de la torre actual.
Desde el comienzo de la construcción, la Catedral de la Seo sufrió muchas ampliaciones y reformas hasta que, en el año 1704 se dio por finalizada la obra con la colocación del chapitel barroco que remataría la torre.
Materiales y accesos a la Catedral de la SEO
Como en todos los edificios de estilo mudéjar, el ladrillo es su fuente de inspiración, su pilar fundamental y su base para una construcción original propia de la arquitectura aragonesa.
En cuanto a su aspecto exterior, éste oculta por completo la estructura interna real, ya que se levantaron cerramientos mediante muros en muy diversos espacios para separar las estancias de los miembros del cabildo. El acceso principal al interior de la Catedral del Salvador se realiza por sui lado más occidental, justo donde se levantó la fachada barroca del siglo XVIII para sustituir el portal de estilo mudéjar del siglo XIV.
El campanario barroco pegado al lado oeste, el arco del Deán y la propia casa del mismo conectan al edificio central con un edificio adosado que llega hasta la otra calle. La entrada al recinto de la Catedral del Salvador es de tan sólo 4 euros.
La Aljafería de Zaragoza
La Aljafería de Zaragoza es un palacio árabe construido en el siglo XI para servir de alojamiento a los diferentes reyes hudíes que iban a visitar la ciudad. Esta edificación representa el máximo esplendor del reino taifa, y su importancia histórica, arquitectónica y artística es equiparable a las otras dos grandes construcciones fruto de la época islámica: la Mezquita de Córdoba y la Alhambra de Granada. Hoy en día, cualquier persona puede visitar este edificio declarado Patrimonio de la Humanidad.
Aljafería es un palacio-fortaleza construido por Abú Yafar Al-Mqutadir, rey mecenas de las artes, las ciencias y la filosofía, gran estratega militar y hábil político, que llevó a la Taifa de Zaragoza a su máximo esplendor en la segunda mitad del siglo XI.
La Aljafería se convirtió en sede de su corte y punto de encuentro de poetas, místicos, historiadores y filósofos, y se conocía como el «Palacio de la Alegría».
El palacio es muestra de la arquitectura islámica de la época de las Taifas(reinos independientes de los siglos X-XI). Los restos mudéjares que conserva pertenecen al Conjunto de Arquitectura Mudéjar de Aragón, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2001.Por su buena conservación y acertada restauración pasó a formar parte del Patrimonio Histórico Artístico español en 1998.
La Aljafería pasó a convertirse, tras la conquista de Zaragoza por Alfonso I,en residencia de los reyes cristianos de Aragón, de Pedro IV y en palacio de los Reyes Católicos en 1492. Un siglo después pasó a ser fortaleza militar y cuartel. En los asedios a Zaragoza en la Guerra de la Independencia (s. XVII) sufrió desperfectos y, tras varios intentos de restauración, bien entrado el siglo XX se remodeló totalmente. Hoy es sede de las Cortes de Aragón.
La historia de La Aljafería comenzó con la construcción, en el siglo IX de la conocida como Torre del Trovador, una torre de amplia planta cuadrada que se levanta cinco plantas con gruesos muros de sillería y hormigón de yeso y cal, con arcos de herradura en las tres primeras plantas. La primera planta data del siglo IX, las dos siguientes dela época en que se construyó el palacio, las dos últimas de la época cristiana (arcos apuntados y techos planos).
La Aljafería se construyó fuera de las murallas romanas de Zaragoza y es una edificación de planta cuadrada y con torreones semicirculares defensivos a lo largo de la muralla. En el centro de la construcción se encontraban las dependencias palaciegas. Al norte, el salón del Trono, conocido como Salón Dorado, y la mezquita del Rey profusamente decorados con ricos relieves geométricos y vegetales policromados y estucos (hoy se conservan restos en los museos arqueológicos de Zaragoza y Madrid), mármol, alabastro, yeserías…
De la época cristiana se conserva el patio de Santa Isabel, jardines que deben su nombre al nacimiento en este palacio de Zaragoza de la infanta Isabel (futura reina de Portugal). Hoy están totalmente reconstruidos, conservando la alberca original. La iglesia de San Martín, de estilo gótico-mudéjar, con dos naves y bóvedas de crucería simple apoyadas en arcos de medio punto y la portada de ladrillo con el escudo del rey de Aragón, fue remodelada en el siglo XVIII, añadiéndosele una tercera nave y dándole un estilo neoclásico.
Con la llegada de los Reyes Católicos se añadió una segunda planta sobre el ala norte de La Aljafería. Los maestros mudéjares levantaron el Salón del Trono, con techos artesonados de ocho metros de alto y en cuya portada de yeso aparecen los escudos de los reinos de Castilla, León, Aragón, Sicilia y Granada. Antecediendo al Salón, tres salas (hoy solo se conservan dos),con ventanas de celosías, daban al patio de San Martín (que en 1486 se convirtió en sede del Tribunal de la Santa Inquisición), y estaban decoradas con azulejos de cerámica vidriada y techos de estilo mudéjar decorados con pan de oro.
Una nueva muralla rodeando el palacio, un foso y una sola puerta, convirtieron a La Aljafería en fortaleza militar en el siglo XVII y acuartelamiento en el siglo XVIII. Hoy sigue siendo uno de los símbolos de Zaragoza y destacado ejemplo de la arquitectura de las Taifas en la península.
Teatro Romano de Zaragoza
El Teatro Romano de Caesaraugusta, antigua denominación dada por los romanos a la ciudad de Zaragoza, fue construido a mediados del siglo I d. C., en concreto, entre los gobiernos de Tiberio y Claudio. Inspirado en el Teatro Marcelo de Roma, tuvo un aforo máximo de seis mil personas que se reunían allí para contemplar los diversos espectáculos que en él tenían lugar.
En total, se mantuvo en uso durante más de dos siglos hasta que, finalmente, parte de los materiales con los que se había construido fueron reutilizados para realizar murallas y diversas fortificaciones.
Desde el momento en que quedó en desuso hasta que fue encontrado por un equipo de arqueólogos e historiadores pasaron, aproximadamente, 1700 años. Y es que no fue hasta 1974 cuando una prospección arqueológica volvió a sacarlo a la luz.
Poco tiempo después de su descubrimiento fue declarado como Bien de Interés Cultural y se construyó el Museo del Teatro Romano de Caesaraugusta para que todo el que lo deseara pudiese acercarse a él y descubrir su apasionante historia que abarca toda nuestra era.
Este teatro y el museo que lleva aparejado forman parte de la Ruta de Caesaraugusta, la cual ha sido elaborada tanto por el Ayuntamiento de Zaragoza como por muchas otras asociaciones en pos de crear un itinerario que permitiera a los habitantes de la ciudad, a los visitantes y a los turistas conocer los pormenores del centro político y social de una de las áreas económicas y culturalmente más importantes de la antigua Hispania romana.
Esto se debe a su ubicación estratégica a orillas del río Ebro, el cual atraviesa toda la localidad y la conecta con muchas otras de la Península Ibérica.
Los visitantes que acuden a visitar este Teatro Romano y su museo no sólo tienen la oportunidad de disfrutar de su imponente estructura sino que también pueden contemplar multitud de exposiciones diferentes en las que tienen cabida muchos otros objetos que se han encontrado en el lugar durante las diversas prospecciones arqueológicas que han tenido lugar durante los últimos cuarenta años.
Además, grupos de especialistas han realizado maquetas a escala que permiten hacer una idea de cómo era el enclave hace dos mil años, momento en el que fue construido. Por último, hay que destacar también que es muy común que en este lugar tengan lugar representaciones teatrales a las que se puede cualquier persona puede asistir como público.