La ciudad de Zaragoza es famosa por su buena mesa. Y no es fruto de la casualidad, ya que su estratégica situación geográfica hace que aquí se puedan degustar unas exquisitas verduras cultivadas en el Valle del Ebro, entre las que destacan las famosas borrajas, así como unas deliciosas carnes como perdices, jabalíes o conejos debido a la caza tan prolífica en los campos de la comunidad aragonesa. Dulces como el turrón de guirlache, las tortillas dulces de yema o las tortas de balsa, pondrán el toque final perfecto a una suculenta comida.
En Zaragoza ir de tapas es todo un ritual. Los maños gustan de callejear y probar distintos tipos de tapas en la parte más céntrica de la ciudad. Con varias zonas famosas por sus numerosos locales, destacan la zona de Plaza Santa Marta, cerca del Arco del Deán, la Magdalena, principalmente la Calle Estudios, en los que la especialidad son las tablas de quesos y chacinas, la zona de El Tubo, y la zona de San Miguel, cercana a la iglesia del mismo nombre y en el que se encuentran los bares más modernos
LOS CLÁSICOS
Comer en Zaragoza permite al viajero degustar un sinfín de platos diferentes y comidas de todas las nacionalidades. No obstante, existen algunos clásicos imprescindibles que deben visitarse, tal es el caso de Casa Pascualillo, en la zona de El Tubo, o Almau, en la misma zona, donde la variedad de tortillas, croquetas y otros clásicos harán las delicias de los más tradicionales. Mientras que los que busquen un clásico para tapear por la zona de la Magdalena, podrán comer unos deliciosos ahumados y tablas de curados en El Tablón. A tan solo unos metros de la Basílica del Pilar, se encuentra casa Juanico y, junto a la Plaza de España, El Calamar Bravo, un bar de toda la vida, de ambiente desenfadado donde comer exquisitas tapas y bocadillos.
MESA Y MANTEL
Aquellos que prefieran conocer en Zaragoza los sitios donde disfrutar de una comida pausada y bien servida encontrarán en El Cachirulo un lugar de referencia, con platos como el ajo arriero o las migas; un acierto seguro para comer en Zaragoza, así como el Gayarre, que a pesar de encontrarse a las afueras, ofrece una excelente cocina y una exquisita decoración.
ESTRELLA MICHELÍN
En la zona de El Tubo se encuentra un lugar para los más exigentes en el comer: Bal d’Onsera. Desde el año 2009 cuenta con una estrella Michelín y se pueden degustar delicias como ternera del Pirineo o cordero de la Sierra de Guara.