Goya, el aragonés universal dejó a su muerte, en 1828, una prolífica obra. Muchas de sus creaciones se pueden disfrutar en la capital de la provincia que lo vio nacer: Zaragoza.
Por ello, una visita turística a Zaragoza es la ocasión perfecta para conocer en persona los detalles de la obra de este insigne pintor que ha traspasado fronteras. La ciudad cuenta con varios lugares donde poder contemplar la grandiosidad de sus pinturas:
Basílica del Pilar
Esta impresionante obra de arte arquitectónica, además de ser una visita imprescindible por su grandiosidad, permitirá al viajero conocer algunas de las obras más importantes de Francisco de Goya. La basílica está adornada con dos grandes frescos del pintor: «La adoración del nombre de Dios» y «El Regina Martirum» o reina de los mártires.
Ambos frescos impresionarán al visitante por sus dimensiones, pero sin duda también, por la diferencia de estilos entre uno y otro. Mientras el primero está realizado con tonos suaves y una concepción muy clasicista, el segundo es innovador y colorido, considerado por muchos como los inicios del estilo impresionista que caracterizó al pintor.
Situado en la Plaza de los Sitios se pueden contemplar objetos que datan de la Prehistoria, sin embargo, para aquellos que vayan buscando la huella de Goya, lo más importante de este lugar es la sala monográfica dedicada al artista.
En ella se pueden encontrar obras de sus inicios, su etapa italiana o retratos de corte, como los retratos de Fernando VII, María Luisa de Parma o el Infante Luis María de Borbón, entre otros.
Es el lugar perfecto para contemplar la serie de grabados de Goya. Así, aquí se pueden encontrar «Los desastres de la guerra», «Las copias de Velázquez» o «La tauromaquia».
Cartuja del aula Dei
A unos diez kilómetros de Zaragoza se encuentra la Cartuja del aula Dei que alberga unas bellas obras de Goya dedicadas a distintos momentos de la vida de la Virgen, como la Visitación, San Joaquín y Santa Ana y así hasta un total de siete.